En un fragmento de la serie Breaking Bad, el abogado Saul Goodman le explica con peras y manzanas a Jesse Pinkman la necesidad del lavado de activos (lavado de dinero) para que pudiese evolucionar positivamente en su negocio ilegal.
La propuesta era comprar un salón de manicure, lo que el personaje interpretado por el actor Aaron Paul rechaza inicialmente, hasta que le explicán el porqué.
Lo primero que le señala el abogado es la meta: conservar el dinero, no ir a prisión y no ser perseguido por el fisco: “Si pueden atrapar a Al Capone, pueden atraparte a ti”.
El fisco ve a un joven, gastando su dinero, con una casa hermosa y con efectivo ilimitado y sin empleo. La conclusión del hombre del fisco no es que el sospechoso sea traficante, sino que aún peor, evasor de impuestos.
El error fue no lavar el dinero, según explica Goodman, quien continúa explicando que al ingresar el efectivo en un negocio legal que ya tiene papel moneda circulando, ahí hace el “encubrimiento” y posteriormente se realiza la “integración”, al sacar ganancias de un negocio limpio.
Mejor explicado por el propio abogado: